La quinua es un cultivo andino ancestral, reconocido por su extraordinario valor nutricional y su papel en la soberanía alimentaria. Produce granos pequeños y esféricos de diversos colores —blancos, rojos o negros— que contienen proteínas completas, aminoácidos esenciales y minerales. Se adapta a diferentes altitudes y condiciones climáticas, desde zonas frías de páramo hasta valles interandinos, siendo ideal para sistemas agroecológicos y de producción sostenible.
Quinua (Chenopodium quinoa)
- Longevidad de semilla: 3 años
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Tiempo de germinación: 5–8 días
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Altitud recomendada: 1.800–3.800 m s. n. m.
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Ciclo de cultivo: 120–160 días
La quinua mejora la fertilidad del suelo, tolera la sequía y contribuye a la diversificación de los sistemas agrícolas. En rotaciones o asociaciones con leguminosas, fortalece la resiliencia del agroecosistema y conserva saberes ancestrales de las culturas andinas.
Sus granos se cocinan como cereal o se emplean en sopas, coladas, galletas, panes y bebidas fermentadas. También se utiliza para preparar harina de quinua o mezclas con maíz y amaranto.









