El fríjol blanquillo es una variedad tradicional de Phaseolus vulgaris caracterizada por sus granos grandes, ovalados y de color blanco cremoso. Es muy apreciado por su sabor suave y su textura harinosa al cocinarse. Se adapta bien a climas templados y suelos fértiles, participando activamente en la fijación de nitrógeno, lo que mejora la fertilidad del suelo y la productividad de los sistemas agroecológicos.
Fríjol Blanquillo (Phaseolus vulgaris L.)
- Longevidad de semilla: 2 años
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Tiempo de germinación: 7–10 días
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Altitud recomendada: 1.000–2.400 m s. n. m.
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Ciclo de cultivo: 90–120 días
El fríjol blanquillo mejora la estructura del suelo y favorece la biodiversidad al atraer polinizadores durante su floración. Su cultivo asociado con maíz, yuca o hortalizas contribuye al manejo ecológico del agroecosistema y a la seguridad alimentaria local.
Sus granos secos se emplean en sopas, guisos y ensaladas. Al ser suaves y de cocción homogénea, son ideales para platos tradicionales como fríjoles campesinos o cremas nutritivas.